Historia de Getxo

A la hora de describir Getxo podemos emplear un doble gran adjetivo fotográfico. Si lo miramos cara al mar, observaremos que la anteiglesia ocupa una larga franja de terreno, que está situada en la desembocadura de la Ría de Bilbao, en la margen derecha, formando orilla oriental del puerto y el Abra; orilla que, en la Galea, se vuelve hacia el Este y forma su límite Norte con el mar Cantábrico.

De los 11,64 km2 del municipio, la mitad aproximadamente de su perímetro confina con las aguas del mar, por lo que de sus características atmosféricas son las que corresponden a un clima marítimo: humedad y temperaturas medias. Caracteres que aún se acusan más por el predominio de los vientos que proceden del golfo de Bizkaia, con sus típicas y temidas borrascas del Norte.

La costa tiene una longitud aproximada de 8.600 metros y es baja y arenosa en el trozo comprendido entre Las Arenas y Algorta. Comienza a elevarse en el escarpe de Punta Beegoña hasta adquirir el carácter de abrupta, que se acentúa en todo el litoral hasta terminar en los límites jurisdiccionales. Esta franja está suavizada en su recorrido por las playas de Las Arenas, Ereaga, Arrigúnaga y Gorrondatxe (Azkorri).

 

Contemplando la Tierra

Mirando desde el mar, Getxo se presenta como un privilegiado escenario: escalonadas casas, cantiles blanquecinos, terreno que se quiebra en la punta de Usategui, tierras ocres en las fallas y cuestas cercanas al Puerto Viejo.

En la orografía de Getxo no existen accidentes bruscos en el relieve del suelo, salvo en la proximidad de la costa y a partir de la línea que separa el Abra del puerto exterior y hacia el Norte. Hasta esta línea divisoria el terreno, que arranca desde el Sur, límite con Lejona y se extiende hacia el Norte en amplia llanura, es bajo y arenoso, con una cota media de 5,00 metros sobre el nivel del mar. Son los arenales, invadidos antiguamente por las aguas del mar.

Al llegar la mencionada divisoria el terreno se alza en suave pendiente hacia el Norte y desde el lado oriental de la llanura; pero en su parte occidental, es decir, al borde de la costa, forma escarpe. Por la parte central (Txomintxu) continúa ascendiendo el terreno, ensanchándose esta rampa a ambos lados del eje longitudinal del municipio.

Al Oriente de este eje se acuesta la barriada del hoy Neguri (antes argomal); el terreno desciende en esa misma dirección hasta formar la vega (Fadura) y más al Este aún, el valle del Baserri.

Al Oeste arranca el escarpe de Punta Begoña, que continúa elevándose en todo el litoral. En el barrio de Algorta, centro del término municipal, se encuentra la máxima costa de la zona habitada, con una longitud de 65 metros sobre el nivel del mar. Por esa dirección alcanza la vega baja del “Fadura” uniéndose a la planice donde se esparce la casería de Berango. Este valle tiene una ligera inclinación hacia el mar. Siguiendo Alango, dirección Norte, desciende el terreno. Baja hacia el Oriente y hacia la playa de Arrigunaga; pero por la parte central inicia un ascenso que termina en Punta Galea.

La impresión que se saca de toda esta orografía es el contraste existente entre la longitud de la faja que se extiende por toda la costa y la escasa anchura de sus tierras. Así ocurre que el límite de las Arenas con Lejona y hasta la carretera que llega a la Avanzada, tiene una anchura de 700 metros aproximados. Entre Lejona, Erandio y Berango también tiene el angosto y largo valle de Baserri, con una longitud de 2.200 metros y una anchura de 400 en su parte más estrecha.

 

Geología

Desde Punta Galea arranca el sinclinal, que atravesando la provincia de Bizkaia, llega asta el monte Urko, en las proximidades de Ermua, pero ya en Guipuzkoa, esta franja, o estirada banda, de una anchura que oscila entre los dos y seis kilómetros y tiene una longitud de 50Km., está constituida fundamentalmente por el tipo de roca, conocido con el nombre de “arenisca”.

La estructura de este sinclinario es simple en el límite occidental de Punta Galea. Los dos conjuntos areniscos más cercanos a Getxo son las peñas de Urduliz y el Monte Umbe.

Se destacan además con claridad las capas del danés (eoceno inferior) en los acantilados de Kantarepe, entre Arrigunaga y Ereaga, en los que se puede seguir el proceso de disgregación y destrucción que sufren por la acción de la atmósfera y del viento. Se observan también en las alturas que dominan la vega del Fadura y en los límites con Sopelana. Las margas y calizas son abundantes en el término de Getxo.

No esta de sobra el decir aquí que la anteiglesia empleó estas areniscas, más o menos compactas, antes que el ladrillo y el cemento. El getxotarra no desdeño este material, que une a su solidez el aspecto agradable de sus tonos cálidos. El color y el lustre de esta piedra continúa siendo una de las particularidades más gratas del paisaje urbano de Algorta, al que aporta una imagen muy individual. El análisis de las arenas que forman las playas, da un elevado tanto por ciento de sílice libre, una parte menor de carbonato y finalmente arcilla en muy pequeña cantidad

 

Clima, húmedo y templado

El Semáforo de Punta Galea conserva todo un archivo de datos relacionados con la climatología. De ellos se deduce que el clima de Getxo es templado y húmedo.

La temperatura media anual es de 14,3. En cuanto a las temperaturas máximas absolutas hay registros de más de 40º. Los meses de agosto y setiembre son, en general, los más calurosos; aunque no es raro que en junio, a veces, resulte agobiante. En mínimas absolutas se han conocido hasta -7º (15 de enero, 1963), siendo el mes de enero el más frío.

La humedad es muy acusada. Tiene una media de 75 durante los meses de invierno, a las 7 horas de la mañana. Desciende sobre 65 a 68 a las 13 horas, y vuelve a subir a 75 a las 18 horas.

El viento dominante es el Noroeste, aun cuando el Suroeste suele también soplar con cierta regularidad

 

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